19 Jun
19Jun

"El destete ha sido víctima de un grave problema de traducción. En español, destetar significa, evidentemente, quitar la teta. «Hacer que deje de mamar el niño», dice el diccionario. Puede ser un destete brusco («ayer desteté a mi hija»), aunque por supuesto siempre es mejor el destete gradual («llevo dos semanas destetando a la niña»). Teóricamente, en inglés destetar se dice to wean. Pero no es lo mismo. Etimológicamente, to wean significa acostumbrar, y los diccionarios la definen como: «Acostumbrar a un niño a alimentos distintos de la leche de su madre». Por tanto, no se desteta en un día o en un mes, sino en varios meses o años. El weaning inglés no corresponde a nuestro destete, sino que es el largo periodo que comienza con la primera papilla y finaliza cuando al año deja el pecho definitivamente. Cuando nosotros decimos comenzar con las papillas, los ingleses a veces dicen to start weaning. Si alguien lo traduce como comenzar el destete, los lectores pensarán que, antes de un mes, el niño ha de estar destetado. Del mismo modo, los ingleses llaman a veces weaning foods a las papillas. Y alguno va y lo traduce como alimentos de destete, ¡desastre total! La traducción literal sería alimentos de acostumbramiento, una expresión horrible; la traducción elegante podría ser alimentación complementaria, papillas, primeros alimentos..., pero, desde luego, no tienen nada que ver con el destete. Una madre inglesa que dice «empecé a destetar el mes pasado» a lo mejor tiene intención de seguir dando el pecho tres años más. Destete espontáneo Todos los niños se destetan, tarde o temprano. Lo crea o no, su hijo dejará el pecho. Si una madre me dijera: «Quiero batir un récord Guinness, me gustaría dar el pecho durante quince años, ¿cómo podría hacerlo?», tendría que contestarle: «Lo siento, no creo que exista ningún método para conseguirlo. Haga lo que haga, su hijo dejará el pecho mucho antes». No existen estudios bien hechos sobre la edad del destete espontáneo. Aparentemente, la mayoría de los niños dejan el pecho entre los dos y los cuatro años. También hay niños que dejan espontáneamente el pecho antes de los dos años; especialmente cuando las papillas se han introducido en grandes cantidades desde el principio, saltándose tomas. Las mujeres que dan el pecho más de un año se enfrentan a veces con la incomprensión y el rechazo de familiares, amigos y profesionales de la salud. Lo mismo ocurrió hace medio siglo con las primeras que se pusieron pantalones. Paciencia, ya se acostumbrarán. No existe ningún límite a la lactancia materna. No hay ningún motivo médico, nutricional ni psicológico por el que haya que destetar obligatoriamente a determinada edad. Sí que existen médicos, nutricionistas o psicólogos que pretenden establecer tales límites: «Tu leche ya no alimenta»; «le estás creando dependencia»... Son afirmaciones que no se basan en ningún dato científico; son prejuicios. Usted no está obligada a compartir las opiniones de su médico sobre la lactancia, del mismo modo que no tiene que ser del mismo equipo de fútbol o votar al mismo partido. Algunas madres deciden dar el pecho hasta que el niño se canse y lo deje espontáneamente. Otras prefieren tomar ellas la iniciativa y destetarle antes. Usted decide. Si desea destetar a su hijo, conviene que lo haga poco a poco, reduciendo el número de tomas en varias semanas, o como poco en varios días. El destete brusco resulta muy duro para el niño, para la madre y para toda la familia (que tiene que oír los llantos del niño). Recuerde que el pecho no es solo comida, sino también cariño, contacto, consuelo, relación humana... Precisamente por eso tengo que escribir un capítulo sobre la manera de destetar. Si el pecho fuera solo comida, la pregunta «¿cómo lo puedo destetar?» tendría una respuesta ridículamente obvia: «Pues cada vez que pida pecho, en vez de pecho le da un vaso de leche, o un bocadillo de jamón». Pero no es tan fácil. Para destetar a un niño hay que darle todas esas cosas, cariño, contacto, consuelo... por otros medios. Ni por un momento piense que destetar significa descansar. Muchas madres descubren que el pecho es, en realidad, una de las formas más cómodas de atender las necesidades de su hijo. Para destetarlo hay que jugar más con él, leerle más cuentos, enseñarle más canciones, admirar más sus dibujos, escuchar con más paciencia sus razonamientos, hacerle más cosquillas, darle más besos... Un niño no va a renunciar al pecho si no obtiene otra cosa a cambio. Es cierto que todo esto, a diferencia de dar el pecho, también lo puede hacer el padre; pero aun así la madre tendrá que hacer más cosas que antes. Y todas esas cosas hay que dárselas antes de que pida pecho. Hay que tomar la iniciativa y prestarle atención aunque esté entretenido y sin molestar. Porque cuando se aburra y pida atención, probablemente no pedirá que jueguen con él o le cuenten un cuento; pedirá pecho, que es lo que tiene costumbre de pedir. Por ejemplo, si papá se lleva al niño al parque, y allí está jugando con él (no simplemente leyendo el periódico mientras el niño se aburre), es muy difícil que el niño pida: «Vamos a casa, papá, que quiero teta». Pero si el niño está aburrido en casa mientras sus padres están ocupados en otras cosas, cuando pida teta lo mejor es dársela enseguida. Demasiado tarde para: «Manolo, llévate al niño al parque, que está pidiendo teta otra vez»; el niño se daría cuenta rápidamente y pediría el pecho con renovado entusiasmo. El niño destetado antes del año debería tomar leche adaptada para bebés (leche artificial). Después del año, puede tomar leche de vaca entera. La leche materna tiene más grasa que la leche de vaca entera, por lo que no es lógico darle leche desnatada o semi a un niño pequeño"

 

Texto del Pediatra Carlos González

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