Empecé a ir a Beza con casi 8 meses de mi segundo embarazo. Venía transitando mi embarazo sin detenerme a conectar con el y crecía en mí una angustia y una preocupación cada vez más grande a medida que me iba acercando al final.
Saber másMi primer hijo lo tuve por cesárea programada. Estaba sentado, y no tuve opción. Cuando quede embarazada de nuevo enseguida sentí que no quería ir por ese camino, sabía adentro mío que algo no estaba de acuerdo con lo que me sucedió 2 años atrás.
Saber másEligió Yoga y el grupo de crianza. Armó tribu, puso su cuerpo en movimiento, dio lugar a sus emociones. Un día comenzó con pérdidas y necesitó un reposo absoluto e inesperado.
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