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Dijo una mujer en un encuentro de CRIANZA. Maternar se traduce en un cuerpo totalmente a disposición del bebé, des la teta o des la mamadera. Brazos que levantan, sostienen, acunan, acarician, abrazan, abrigan, alimentan. “El gran aprendizaje de hacer todo con una sola mano”, dijo otra de las mujeres.

Siempre se suele hablar de la llegada del hermanitx, de lo que sucede con ese hijx, que se convierte en hermanx. Pero no tanto de lo que les pasa a las mujeres/madres que ahora se convierten en madres de dos. ¿Qué sucede con esa mujer que conocía una forma de maternar? ¿Qué sucede con ese vínculo madre/hijx que hasta ahora era único y que de repente se multiplica x dos?.

Nos encontramos transitando la SEMANA MUNDIAL DEL PARTO RESPETADO bajo el lema “Mi decisión debe ser respetada”. . Para esto necesitamos contar con profesionales informados, que puedan acompañar las decisiones de las mujeres, sin que la intervención sea la primera opción. Y al mismo tiempo, considero muy importante el camino hacia el parto que puede transitar una mujer para poder tomar esas decisiones. .

Cuando un bebé nace, se inicia la etapa conocida como puerperio. El puerperio inmediato, suele ser el más difícil de atravesar. Con un bebé recién nacido, con el que estamos construyendo un vínculo, aprendiendo a decodificar lo que le pasa, con una demanda que muchas veces puede inquietarnos, y con todos los avatares que trae la lactancia en ese primer tiempo. Al mismo tiempo, la falta de sueño, y el desajuste hormonal, llevan a la mujer a estar más irritable, a llorar gran parte del tiempo, pudiendo atravesar lo que se conoce como tristeza postparto (lo cual es vivenciado por 8 de cada 10 mujeres). ¿Pero qué pasa hoy cuando a todo esto se le suma una pandemia? Una amenaza verdadera que está instalada en el afuera e inquieta fuertemente a esa madre y a todos los miembros de la familia que rodean a la diada mama-bebé.

Y un día el mundo me enfrentaba con todos mis miedos juntos… Un día el mundo me llevaba a tocar mis límites, a enloquecer mis pensamientos… Un día el mundo me obligaba a detener el tiempo, a mirarme, a reconocerme y a confiar en mí. Dejando de buscar afuera para ser “empoderada” sino encontrándome con todas mis fortalezas internas y aceptando el desafío.

Muchas veces, cuando tu hijo está por nacer por cesárea, aparece la pregunta ¿Hay algo que pueda hacer ese día para transitarla más tranquila y disfrutarla?

El sentimiento de culpa es una emoción que puede manifestarse frecuentemente en las madres. Pero cuando este es muy intenso, al punto que no nos permite dejar de pensar en él, es importante prestarle atención.

Cuando está por nacer tu segundo hijo, eso conlleva nuevos cambios y desafíos en tu identidad maternal, en el sistema familiar, y en la regulación de tus tiempos. Te contamos un poco!

¿Sabías que el vínculo prenatal es un factor protector del vínculo en el período post-parto y que potencia prácticas de parentalidad positiva que fomentan un desarrollo psicológico saludable para mamá-bebé?

“Pero si el embarazo es el mejor estado de la mujer, ¿por qué te quejás?” Muchas veces esta frase circula en el imaginario colectivo de las personas. “Aaaah, estás embarazada, se acabaron los problemas. ¡Tenés que disfrutarlo!”. Y, aún más, si fue un embarazo buscado… “Tanto lo esperabas, ¿y ahora estás molesta?”.

La recuperación física tras un parto traumático suele ser lenta. La herida de la cesárea suele tardar unas seis semanas en cicatrizar por completo, una episiotomía tarda bastante menos, pero el problema es que la herida del trauma psíquico no se suele valorar ni tratar, aunque puede complicar o entorpecer muchísimo la lactancia o la recuperación física.

¿A veces escuchaste la frase "Todo el día a upa! lo estás malcriando"? Te contamos porqué hay que desestimar esa frase totalmente!!