09 Oct
09Oct

De pronto estás embarazada…ese día que llegó de forma sorpresiva a tu vida o que implicó meses e incluso años de búsqueda ¿Estas feliz no? Obvio, no podes estar de otra manera, vas a tener un bebé! ¿Qué más lindo? ¡¡¡Uffff!!! ¡Qué fuerte! Embarazo y mundo rosa están fuertemente asociados. Las publicidades, slogans, imágenes, artículos, todos hablan del embarazo como un estado de plenitud y felicidad y esto muchas veces NO ES ASÍ.  Y sí, hay muchas mujeres que sufren, se DEPRIMEN, se angustian, tienen miedos e incluso obsesiones y compulsiones ¿Qué es esto? Sus cabezas son invadidas por pensamientos negativos recurrentes que no pueden controlar y arman un ritual para poder frenar esos pensamientos, y lo único que logran es que los pensamientos se hagan más fuertes. Un círculo vicioso muy desgastante. Imaginate, estar embarazada y no tener fuerzas para levantarte a la mañana, estar triste, angustiada, llena de ANSIEDAD, poca voluntad, irritable...DIFICIL, ¿no? Y encima la presión social de: “¿Porqué estas así́ si estas embarazada? ¿DEBERÍAS estar feliz?” ¡Cuanta presión! ¿Qué pasa con esa mamá y su bebé? ¿Puede recibir ayuda y en caso necesario estar medicada? La respuesta automática sería NO, porque la medicación puede afectar al bebé”. STOP!! Esto no es así. Pensémoslo distinto: ¿Qué pasa si esa mamá que sufre un trastorno psiquiátrico no es tratada? Aumenta las chances de malnutrición, consumo de cigarrillos, alcohol u otras drogas. No realiza los controles de salud con el obstetra, tiene dificultad para dormir porque es una mamá que no tiene el ánimo ni la voluntad para poder cuidarse.
Y esto no solo afecta a la mamá, sino al BEBÉ. Por eso es tan importante que los obstetras y pediatras evalúen la salud del bebé, pero también miren a la mamá. Ellas pueden estar sufriendo y tienen derecho a recibir ayuda y ser tratadas, porque si ellas están bien, sus bebés también pueden estarlo.
Si estas cursando un embarazo difícil, pedí́ ayuda. Si estabas siendo tratada con medicación, no es necesario interrumpirla. Hay que evaluar riesgo/beneficio, y muchas veces el beneficio es que continúes tu tratamiento durante el embarazo, estable, contenida, acompañada por profesionales de la salud mental y que haya comunicación fluida entre psiquiatra, obstetra, pediatra y neonatólogo. Muchísimas mujeres sufren y pocas se animan a contarlo. Cambiemos esta historia.

Milagros Méndez Ribas

Psiquiatra Perinatal

Directora de BEZA

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