En estos primeros tiempos, existe entre la mamá y el bebé, una fusión emocional: Cómo dice Paula Cavanna, mamábebé se escribe todo junto. Pero ¿Qué puede suceder si una madre, ante una amenaza real del afuera, no puede salir de una posición de defensa permanente ante un posible ataque a su cría? Es decir, la fusión emocional podría verse dificultada, porque la madre no puede dejar de estar pendiente de las amenazas, y no puede confiar y soltar totalmente la mirada hacia su bebé.
Es importante, y es tarea de todo el entorno, generar ese contexto seguro que necesitan. Con respecto a la madre, no exponerse a la cantidad de información que circula. La pareja podría ser la persona que facilita la información necesaria. No formar parte de grupos que no sean constructivos en este momento, o que generen más miedo y alarma.
Manifestar a los familiares si uno desea no estar todo el tiempo hablando del coronavirus, recibiendo información, porque la madre necesita poder mantenerse ajena a esto todo el tiempo que sea posible. Y sólo enfrentarse con este contexto cuando sea necesario. Es importante poder recuperar y afirmar fuertemente, que no hay lugar más seguro para ese bebé que los brazos de su madre. La red y el sostén durante el puerperio.
La red y el sostén durante el puerperio son MUY necesarios, vitales diría. Se necesita a una tribu que acompañe en la crianza, una matriz de apoyo en palabras de Stern. Ahora, la cuarentena hace imposible contar con la disponibilidad y la presencia, y eso también genera mucha angustia, complejizando los puerperios. Puede ser muy difícil para la madre aceptar esta situación que está siendo tan diferente a lo esperado/visualizado para la llegada del bebé. En mi experiencia, acompañando a mujeres en esta etapa, observo un aumento en la intensidad de las emociones y en la ambivalencia emocional que caracteriza al puerperio. La falta de esa red de mujeres “maternando” a las madres, aliviando por momentos sus brazos, no está disponible y resulta agotador.
Las formas virtuales están ayudando un poco a reproducir esa red, aunque claramente no sea lo mismo. Grupos de crianza virtuales, video llamadas con la familia, amigos. Es necesario que el entorno este muy atento a sostener amorosamente aunque sea con la distancia física.
La PRESENCIA de la pareja será esencial en estos tiempos. Y no son casuales las letras mayúsculas, porque en muchas ocasiones, se encuentran haciendo home office o saliendo a trabajar, y la disponibilidad emocional se reduce. Pero será más importante que nunca que puedan estar presentes en la crianza. Con brazos disponibles para cuando los de las mujeres no puedan más, con caricias y abrazos para esas mujeres y con miradas y gestos empáticos, sabiendo que esto está siendo un desafío para todos.
Dra. Agostina Caruso
Psicologa Perinatal
Directora de BEZA