19 May
19May

La maternidad impone en la vida de la mujer una crisis vital, porque la misma conlleva un cambio en todos los aspectos vitales de ella y de su familia. Es un momento de incertidumbre, dónde las emociones son verdaderamente intensas, antes y sobre todo después del parto.

Hoy, dónde la realidad nos supera fuertemente, generando un contexto hostil e inseguro en el afuera, el desafío se hace mucho más intenso.  La mujer embarazada se siente muy vulnerable.  Por un lado, pueden aparecer los miedos a contraer la enfermedad, y por otro, es muy difícil imaginar cómo parir en este contexto y con un sistema de salud en riesgo.

La situación se complejiza, aún más, sabiendo que la mujer para parir necesita un lugar seguro.  Cómo los animales que buscan un lugar en la casa, escondido, oscuro, dónde saben que no hay amenazas y esto facilita el proceso del parto sin inhibirlo.

¿Cómo crear entonces nuestro lugar seguro bajo este contexto? 

Este es el momento de afianzar fuertemente que la mujer tiene TODO lo que necesita para gestar y parir.  Ninguna fuerza externa puede detener ese torrente de oxitocina que se desencadena en un trabajo de parto cuando una mujer se siente segura.  

Es importante saber que los profesionales que te acompañen están disponibles. Que ya sepas, unas semanas antes de la fecha probable del nacimiento, cuáles son las normativas del lugar que elegiste para parir.  Pero sólo unas semanas antes, porque todo el tiempo van cambiando.  Pero sabe que vas a contar con esta información. El caos, la desorganización, la suspensión de turnos repentinos, nos inquietan.  Poco a poco, los profesionales y las instituciones se van reorganizando y brindando las respuestas. 

Si estás más lejos de tu fecha de parto, estás frente a la oportunidad de detenerte.  Detenerse en estos tiempos no suele ser fácil, sobre todo cuando una suele planear hacer tantas cosas antes del nacimiento del bebé.  Detenerte para conectarte fuertemente con esta gestación, con tu cuerpo y con tus emociones.  

Y el gran reto para toda mujer gestando será vivir el aquí y ahora.  No estar todo el tiempo pendiente del afuera, no estar todo el tiempo activando nuestros pensamientos catastróficos, que generan malestar.  Y conectar con la oportunidad que genera el “parar” durante la gestación. Sabiendo que el lugar más seguro para este bebé hoy es ese útero que lo contiene, y que cuando esté listo para nacer, no habrá ninguna pandemia que detenga a esa diada, y que habrá otros allí listos para acompañarlos y cuidarlos.

Dra. Agostina Caruso

Psicóloga Perinatal

Directora de BEZA


Comentarios
* No se publicará la dirección de correo electrónico en el sitio web.